5 lujitos que a todos nos gusta darnos

¿Quién dijo que los lujos eran solo para los millonarios?, ¡No! los lujos son para los ingeniosos. La Real Academia de la Lengua Española define un lujo como “Todo aquello que supera los medios normales de alguien para conseguirlo”. Pero en Samurai, lo vemos como eso que hacemos porque queremos, podemos y no nos da miedo. Eso que enciende una chispita en el corazón y en la vida.

Por eso traemos esta lista de 5 lujos que a todos nos gusta darnos solo porque sí:

Agrandar la porción de papas de tu comida

Este lujo no cuesta más de 4.000 pesos y no solo alimenta el estómago, sino también el alma. Nadie puede estar enojado, triste o melancólico mientras se come una porción agrandada de papas, con su salsa favorita. Además, esta es una señal de generosidad, pues es regla: “quien tiene más papas, comparte con sus compañeros de mesa”.

Dejarle la devuelta a don Héctor el de la tienda

Casi todos los tenderos se llaman Héctor o Mario, sea cual sea el caso, casi siempre nos han tratado muy bien. Y también, casi siempre, andamos con la plata medida cuando vamos a comprar las cosas para la comida. Pero algo cambia en tu interior en esos días de pago, cuando te sientes generoso y le dices al tendero que se quede con los 300 pesos de cambio. ¡Y en ese momento, te sientes como un millonario bondadoso!

Comprar un ventilador que espanta los mosquitos

El último, pero no menos importante de esos lujos que te das porque quieres, es comprar un Turbo Silence Extreme Repelente Líquido, porque sabes que, o conectas el celular o conectas el repelente eléctrico para los mosquitos. Pero, si tienes una ingeniosa solución a todos tus problemas ¿por qué no comprarlo y disfrutar de su confort?

Como estos, hay muchos lujos cotidianos que todos nos damos y nos hacen la vida más entretenida, ¿cuál es ese lujo que te das para llenar tu vida de ingenio?

Comer carne al desayuno

“Más bueno que carne al desayuno”, no solo es un adagio popular en Colombia, sino
también, una realidad deliciosa, ¿o acaso no es un lujo sentarse a la mesa un domingo en la mañana y ver una provocativa porción de carne, en el plato del desayuno? Es un lujo porque nuestro bolsillo, nuestro cuerpo y nuestro tiempo no alcanzarían para tanto, pero sí que lo quisiéramos.

Comprar cosas inútiles solo porque son muy bonitas o raras

Todos nos hemos visto en esa tienda de artículos importados desde la China, escogiendo ese adornito que no sirve para nada, que sabemos que nos va a estorbar, pero que vemos tan bonito y tan irresistible, que no nos resistimos. Esto, también aplica para las compras que haces después de ver el anuncio de esa tienda importadora china, en la que compras un jabón de acero inoxidable o un detector de fantasmas.