Nos han enseñado cómo comportarnos en los lugares donde debemos hacer silencio: una biblioteca, un museo, el salón de clases o una iglesia; pero a veces no nos enseñan que en casa también podemos guardar silencio y convertir nuestro hogar en un templo.
Eso sí, no importa si vives solo o si tu casa parece un circo, hay momentos en los que todos amamos el silencio y más si es en un ambiente fresco. Simplemente, hay ocasiones en las que todos necesitamos de ventiladores silenciosos para conseguir ese estado de paz, tranquilidad y de desconexión total.
Desde SAMURAI sabemos que hay tipos de personas que aman el silencio sobre todas las cosas, aquí te mostramos algunos de ellos, ¿te identificarás con alguno? ¡Descúbrelo en este artículo!
- Los que teletrabajan: es momento de presentar a tu jefe el informe más importante del año y justo en ese instante empieza una hecatombe en la casa: los niños lloran, se activa la alarma del carro del vecino y desde la calle, a todo pulmón y con una voz melodiosa, el típico: “¡lleve, lleve el aguacate! ¡Cinco litros de helado por dos mil! ¡La mazamorra, la mazamorra!
Sin embargo, en medio del caos, hay algo que nunca decepciona, por el contrario, te ilumina (o mejor, te refresca) para salir bien librado en ese momento tan importante: tu Ventilador Turbo Silence Maxx 3 en 1, que con su tecnología te brinda hasta 2 veces más flujo de aire y hasta 4 veces más de silencio que otros ventiladores en el mercado.
- Los que están a punto de entregar la tesis: falta una semana y te quedaste en el marco teórico. Solo te faltan 15 libros por leer y 100 encuestas por revisar. Imposible concentrarse entre el concierto de los mariachis que le llevaron a la vecina y la conversación entre tu mamá y tías.
Aunque sabes que hay dos cosas que deben estar frescas, pase lo que pase: tu cuarto y tu mente. Así que para casos extremos, soluciones extremas, es decir, un Ventilador Turbo Silence Extreme 3 en 1 que te permite estudiar a toda candela mientras sus funciones Eco, Comfort y Noche silenciosa, conservan tu cuerpo y concentración a la temperatura adecuada y lista para finalizar la tesis.
- Artista: no importa si eres músico o actor, seguro has tenido que convertir tu casa en sala de teatro, escenario de conciertos y hasta estudio de grabación, y para esto, sí que se necesita silencio.
Estás en el intento número 100 de grabar tu mejor obra y todo el mundo te quiere llamar. Tu hermana tiene algo urgente que decirte, tu papá interrumpe en la puerta para que te unas a comer, incluso, hasta tu ex aparece con una llamada misteriosa. En fin, sientes que nunca podrás grabar de corrido, al menos que estés solo en casa. Pero como eso va a estar difícil, lo mejor es tener paciencia, poner un letrero de “Grabando” y comprar un Ventilador Turbo Silence Extreme Touch, que con su control remoto lo puedes manejar mientras haces la obra que te llevará al estrellato. ¡3, 2, 1, acción!
- Padres de un reción nacido: el nuevo integrante de la familia pasó una mala noche y cuando por fin están listos para descansar, el ladrido del perro despertó al bebé, ¡booom! No han podido dormir por horas.
Ya le diste tetero, ya lo cambiaste y ya no sabes qué más hacer. A veces piensas que a pesar de estos episodios, no hay nada mejor que ser padres y contar con el Ventilador Turbo Silence Extreme Repelente, que no solo deja dormir a tu angelito por lo silencioso, sino que repele los mosquitos evitando cualquier otra distracción.
- Los que tienen un chisme que contar: miras Instagram, ves dos publicaciones, haces un par de pantallazos y te alistas para una noche de chismes por notas de voz.
Justo cuando vas a empezar, a mitad del audio, el citófono suena, ¡el celador se ha equivocado! Nada qué hacer, vuelves a empezar. Ahora tu vecina toca la puerta pidiendo sal. Tercer intento, tu gato pide comida. ¡Respiras! Cuarto intento: el grupo familiar de WhatsApp se activa y tu audio parece más una orquesta de zumbidos que un buen chisme.
Con paciencia agarras el Ventilador Turbo Silence Compact y te encierras en la biblioteca, te sorprendes de lo liviano y de lo silencioso que es, y ahí sí, abres de nuevo WhatsApp y empiezas: “Amiga, te tengo que contar”…
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